A la mierda.

A la mierda los prejuicios.
A la mierda las opiniones.
A la mierda las leyes absurdas.
A la mierda todo.
A la mierda, sí-

En la vida tú no decides con quién vas a cruzarte.
No decides en qué cama vas a terminar.
No decides quién va a quererte, y quién odiarte.
En la vida pasarás por muchas situaciones.
Personas te pedirán explicaciones.
Otras las rechazarán-

Pero si algo está claro, es que si vives dando explicaciones, nunca podrás disfrutar de eso que llaman vida.
Solo a una persona se le deberían dar expliaciones, y esa es tu madre. Aunque a veces, ni eso.

No vivas para explicar a la gente el porqué te vistes así. El porqué te comportas así.
No vivas para explicar a tus personas porqué te gusta aquello o lo otro.
Ni vivas para explicar porque has decidido tirarte al ex de una amiga.
No.

Se supone que eres libre.
Y como los pájaros, volamos.

Una mañana nos despertamos en un lugar, y al día siguiente podemos estar en la otra punta del mundo.
Total, quien te quiere le va a dar igual tus acciones.

Fight, dream, love.

 #FIGHT#DREAM#LOVE

   Las personas SUEÑAN, sin la necesidad de estar dormidas.
     Sueñan sueños, o pesadillas.
     Sueñan lugares a los que viajar.
     Sueñan con personas a las que encontrar.
     Sueñan con una vida mejor.
     Sueñan con sus coches, sus casas, sus parejas.
     Sueñan con su felicidad.
     Sueñan con llegar a ser alguien importante.
     Sueñan.
  Las personas SOÑAMOS.

Y se dice que 'todo aquello que se puede soñar, se puede cumplir'. 'Que los sueños nunca mueren, que muere el soñador.'
'Que si no sueñas con nada en la vida, no tienes ilusión.'






Y para cumplir cada sueño, hay que LUCHAR por ellos.
                                   Hay que mejorar como personas, hay que avanzar, aprender de los        
                         errores del pasado. Hay que confiar en uno mismo, y LUCHAR por esas metas,        
                  para poder llegar a ellas. Hay que LUCHAR por encontrar a esa persona que te        
          complementa y luchar también por conseguir que a tu lado permanezca.

            Hay que LUCHAR por conseguir cada sueño, por conseguir nuestra felicidad. LUCHAR por                                cada sueño que tengamos. LUCHAR y no rendirse nunca. Caerse y levantar.

Y a parte de soñar, y de luchar por esos sueños, las personas necesitan AMAR, AMAR a esa persona que llega y te descontrola, que te rompe los esquemas, y te hace sonreír a cada instante. AMAR a esa persona que te demuestra día a día que le importas y que nada más puede superarte. AMAR como si cada día fuese el último. AMAR, compartir una vida juntos, compartir los sueños, y luchar por ellos.
AMAR sin mentiras, de verdad. Sin cansarse, hasta reventar.

     Porque de eso se trata la vida, de crecer, de SOÑAR, de aprender, de LUCHAR y de AMAR.

A veces.

  A veces creo que todo esto se me queda grande. Él y todo lo que me rodea. Su cariño, su forma de tratarme tan especial, el sitio que me da en su vida...

  A veces creo que estorbo, que molesto, que no pinto nada aquí. Que soy un jodido cero a la izquierda porque no aporto nada bueno. Que soy una cosa inútil que sigue viva por error.

  A veces creo que no debería estar aquí, que no me lo merezco. Que él se merece a alguien mejor, porque sobran mejores que yo.

  A veces creo que se acabará cansando de mí, de mis tonterías, de mis malos días, de mis defectos, de mis momentos enfurecidos, de toda yo.

  A veces creo que no hago nada bien, y que la estoy cagando cada dos por tres.

  A veces me veo al espejo, y joder, no me gusta lo que veo. No me gusta nada.

  A veces me veo esa cicatriz y pienso, 'por qué no habría apretado más fuerte en su momento'.

    A veces… A veces… A veces..., no sé qué me pasa, que quizás es el cansancio o qué sé yo, pero a veces pienso demasiado y la lío, porque solo me encuentro defectos, fallos, y demás.

A veces debería quererme un poco más, pero no puedo, solo puedo quererle a él, y joder, sé qué muchas veces ni eso sé hacer del todo bien.

A veces debería pensar menos.

A veces debería sonreír más.

      Y joder, estoy bien. DEMASIADO BIEN. Y más teniendo en mi vida a alguien como ÉL, que me hace feliz a cada instante, con cada pequeño detalle, con cada beso, con todo. 

Quiero poder hacerle feliz cada día más y más. Hasta no poder más, hasta el día que deje de respirar.

Recuerdos. Pasado.

Recuerdos rotos. Que se van y no vuelven. Que volaron y sus alas se rompieron, y ahí atrás se quedaron.
Recuerdos. Pasado. Oscuro, o quizás no tanto. Pasado, lleno de recuerdos, de lecciones. Pasado.
Recuerdos. Momentos. Risas. Lloros. De todo. De más y de menos. Personas. Amistades, que desaparecen a medida que creces.
Pasado. Que el mañana de ayer, es el hoy del mañana. Tiempo, que pasa y no para. Que sigue, con o sin de todo.
Pasado. Que solo debes recordar lo bueno, lo que te hizo crecer, madurar, aprender; y olvidar lo malo, eso que un día te hizo daño. Y es que, el pasado está lleno de errores, de lecciones. De todo un poco. De lágrimas por personas que hoy no están y que en su momento te hicieron feliz pero con el tiempo te querían destruir. Está lleno de lágrimas. Lágrimas por esas personas que solo te hicieron sufrir, o de lágrimas por personas que se fueron lejos, muy lejos, y te cuidan desde ahí; o de lágrimas de alegrías. Y estas últimas son las que se deben recordar cuando giras la cabeza y echas un vistazo atrás, aunque sepas que no volverán, da igual.
El pasado será hoy en el día de mañana. Y no tenemos que darle real importancia al pasado.
Lo que nos interesa, es el presente. Nuestra gente, la que tenemos ahí, cerca, la que no se va, ni nos miente, la que nos cuida y nos protege, la que nos demuestra que de verdad nos quiere. Y es que nuestro presente lucha por un futuro mejor, que al fin y al cabo se convertirá en un pasado también.
Y todo es cuestión de tiempo. Sí, él lo controla todo. Cada instante. Nuestras vidas y nuestras muertes. Nos controla hasta morir, hasta dejarnos ausentes.

El don interior.

     [Rap time.]
Porque todos tenemos con nosotros un talento, es ese que tenemos escondido dentro. Que está con nosotros desde nuestro nacimiento, que no hay que dejar que se muera en ningún momento. Es un don con el que llegamos al mundo, con el que día tras día mejora, y se perfecciona segundo tras segundo. Es algo que no puedes dejar de pulir, porque con él puedes llegar alto, entre salto y salto ganas más de un asalto. Cuidado, que nadie te quite ese don que tú tienes, no te pierdas en la estación de trenes, que esto lo llevas en los genes, no lo pierdas entre indecentes que se creen rebeldes.
Dale fuego, dale juego, súbete el ego, rétalos a un duelo y déjalos bajo el suelo. Demuestra, enseña, quien manda en esta tierra. Que este es tu terreno, y a ti te importa un bledo, tú no tengas miedo, que tú eres quien manda en tus sueños, eres tú tu propio dueño.
Recuerda, no dejes de tirar de la cuerda con toda tu fuerza, que al final te convertirás en esa fiera que machaque a cualquiera. Que nadie te impida lograr llegar a la meta, que eres tú el que marca el ritmo de cada letra.

Uh, sorpresa, esto progresa de la forma que más me interesa. Llegarás al final con los sueños alcanzados, por haberte esforzado y haber dado todo lo que tenías en tus manos.

Una vida nueva.

Porque a veces llega un momento en el que necesitas irte, lejos, desaparecer, un tiempo. Te dirán que te quedes, te pedirán que no te vayas, que no quieren verte marchar, que odian las despedidas y que valdría la pena quedarse, pero tú sabes que no. Que ya no hay más que hacer, que todo ha llegado a su punto, que ya no hay por donde tirar ni por donde seguir. Que entonces te cansas y dices, ''ya no aguanto más''. Que después de ver tanta mentira, tanta decepción, tantas palabras sin razón, tanta gente sin corazón, decides terminar con todo. Decides ver bien a tu alrededor y observar cada paso, cada movimiento para saber con quien te debes rodear y de quien te debes apartar.

Sí, llega un momento en el que ya no quieres saber de nada más, que ya sabes lo que va a pasar, que antes o después te van a volver a fallar, porque en su momento no supieron demostrar ni valorar lo que tanto decían apreciar. Y por eso, lo único que quieres es alejarte de tanta falsedad. Coger a esa persona que de verdad te importa y perderte con ella, donde nada ni nadie te moleste, os moleste. Donde nadie sepa donde estáis, donde nadie os encuentre. Donde nadie se interponga.

Perderos, ser felices. Vivir sin problemas, sin mentiras, sin complicaciones. Una vida sencilla, llena de alegría. De momentos compartidos, de metas por alcanzar y sueños cumplidos. De formar una familia. De llegar muy lejos.

Eso. Eso quieres cuando te das cuenta de que a tu lado no queda gente decente, o que apenas queda. Eso quieres porque lo necesitas para sonreír.

Porque cuando ya no hay marcha atrás, cuando ya ni tu pasado quieres recordar,  lo único que quieres es una vida nueva, una nueva etapa, un nuevo todo, al lado de esa persona que realmente quieres, con la que quieres compartirlo todo, sea bueno o malo. Una vida juntos. 

¿Cuántas veces?

¿Cuántas veces hemos dado todo por alguien y no hemos recibido ni la mitad a cambio? ¿Cuántas veces nos hemos callado palabras para no empeorar las cosas? ¿Cuántas veces hemos llorado en silencio para no preocupar a nadie? ¿Cuántas veces hemos herido los sentimientos de los demás por no medir las palabras? ¿Cuántas veces hemos perdonado lo que no debíamos perdonar? ¿Cuántas veces hemos tropezado en la misma piedra y acabamos acostumbrándonos a abrazarla en la caída?  ¿Cuántas veces fingimos una sonrisa? ¿Cuántas veces besamos a la persona incorrecta? ¿Cuántas veces nos ignoramos los consejos? ¿Cuántas veces nos olvidamos de decir la verdad? 

¿Cuántas veces? 

Son tantas veces que llegamos a darlo todo por una persona, que al final, no recibimos ni la mitad. Son muchas las veces que llegamos a dar la piel, que cuando nos damos cuenta, esa persona no da ni la mano para levantarte. Son tantas veces...

Tantas veces nos callamos la boca solo para no seguir discutiendo, para no empeorar las cosas y todo se calme. 

Tantas veces lloramos en silencio, para no tener que preocupar a quien quieres. Tantas veces, tantas noches, compartiendo lágrimas con la almohada, para desahogarte, tú sola, sin ayuda de nadie, porque al final, nadie ayuda más que tú misma.

Tantas veces herimos a quien más queremos, sin darnos cuenta, sin pensar nuestras palabras a tiempo. Muchas son las veces que actuamos sin pensar, que soltamos palabras por la boca que al final nos cuesta ver que hicimos mal.

Tantas veces perdonamos a la gente que no se lo merece, pero que por el hecho de no perderles le perdonamos una y otra vez. 

Tantas veces tropezamos una y otra vez en la misma piedra, que al final le cogemos cariño, sabemos como vamos a caer, y caemos con estilo. 

Tantas veces fingimos un sonrisa, para así sacarle otra a los demás.

Tantas veces besamos a personas que al final te das cuenta de que no fueron nada en tu vida. Que llegará una que realmente signifique todo, y te hará olvidar a esos besos insignificantes del pasado.

Tantas veces ignoramos lo que nos dicen, lo que nos aconsejan para salir adelante, por orgullo o quizás por querer ser mejor y tener la esperanza de que todo salga bien a tu manera; pero al final, los consejos siempre tienen su razón, y cuando te das cuenta solo te queda por escuchar un ''te lo dije''.

Tantas veces nos olvidamos de decir la verdad, nos callamos todo, y al final, al final todo llega.

¿Cuántas veces demostramos, sentimos, mentimos, sufrimos? 

¿CUÁNTAS? ¿CUÁNTAS VECES FALLAMOS y CUÁNTAS NOS FALLAN?

Son tantas veces. Tantas que ya no recuerdo. Tantas veces que me preocupé por quien no viene ni a cuento. Cuantas veces demostré, sentí, mentí, sufrí. Muchas.

Demostré pensando que iban a demostrarme. 

Sentí. Sentí demasiado por personas que no sienten ni la mitad, que están vacías, que son frías, que son malas compañías.

Mentí, o más bien, FINGÍ, fingí no saber la verdad, para ver hasta que punto podrían llegar con las mentiras. Y descubrí la gran hipocresía que me rodea, que nos rodea.

Y sufrí. Sufrí lo suficiente como para aprender de qué está hecha la gente. Sufrí lo suficiente como para entender que las mejores decisiones son las más complicadas de tomar, pero son las que a día de mañana no te hacen dar marcha atrás, las que te ayudan a mejorar. Sufrí lo suficiente que a día de hoy solo con ver una mirada sé lo que hay detrás. Sufrí lo suficiente como para saber que no cualquiera vale la pena, que no por cualquiera hay que darlo todo, que no cualquiera es tu amigo.

Sufrí y por eso ahora estoy aquí, más fuerte que nunca, pisando fuerte, calentando el ambiente.

Porque muchas veces fallé, pero más me han fallado. ¿Y cuál es el resultado? Que a los hipócritas les solté la mano, no quiero estar de su lado.

Juego de palabras.

Una canción. Mil sentimientos. 

Un sentimiento. Mil lágrimas.

Una lágrima. Mil recuerdos.

Un recuerdo. Mil momentos.

Una fecha. Mil días.

Un hola. Mil palabras.

Una palabra. Mil mentiras.

Una mentira. Mil falsas ilusiones.

Una ilusión. Mil sueños.

Un sueño. Mil metas.

Una meta. Mil noches.

Una noche. Mil juegos.

Un juego. El amor.

 El amor, un juego de dos. En el que solo se gana cuando realmente se quiere. El amor, lo más bonito y lo mejor, si los dos se quieren. El amor, tan sobre valorado, que pocos acaban enamorados. El amor, que muchos ven pero que pocos sienten. El amor, en el que hay que saber jugar, arriesgar, tirar, luchar, sufrir, soñar, y sobre todo, amar. El amor, que te puede traer mil problemas, y tener un simple solución. Que puede traer mil enfados, y tener un simple arreglo. El amor. Atrévete a jugar, si te atreves a querer.

El amor. Donde la confianza, la lealtad y el cariño reinan. Donde si uno cae, el otro lo levanta. Donde los dos están para lo bueno y lo malo. 

Si no sabes de lo que hablo, es que nunca lo has vivido. O quizás simplemente no has jugado, solo has ilusionado.

Cuando sepas amar sabrás que si te falta, te mueres por dentro. Sabrás que necesitas a esa persona cerca de ti a cualquiera hora. Sabrás que podrás con todo y que llegarás muy lejos.

Sabrás quién es la persona correcta. Porque esa será quien te complementa.

Un amor. Una vida por delante.

Carpe Diem.

Dicen que es el tiempo el que cura todos los males. Que ''tiempo al tiempo''. Que con el tiempo todo sana, todo cura. Que con el tiempo cada uno lleva su merecido. Que antes o después llegará lo que esperamos, lo que tanto ansiamos. Que con el tiempo todo lo malo se olvida. Dicen, dicen.
Pero también dicen que el tiempo hace el olvido. Que con el tiempo todo se queda en recuerdos. Que con el tiempo las personas mueren, las amistades, todo se desvanece. Que el tiempo nos lleva a nuestro fin. Que el tiempo nos cambia, nos hace madurar. Nos hace recordar, sentir, pensar, soñar.
Tiempo.
El tiempo no se para, no se detiene, así que corre. Corre con él, no te quedas atrás. No pierdas el tiempo. Que todo lo que pasa no vuelve. Que el tiempo no se recupera, que los momentos vividos no son más que recuerdos. No te arrepientas de nada, lo malo son lecciones, lo bueno son momentos para recordar con una sonrisa.
Todos llegamos a un punto de la vida en el que queremos parar el tiempo, retroceder o simplemente avanzar. Sin darnos cuenta de que el tiempo no se puede modificar. Que da todo igual. Que antes o después todo tiene que pasar. Solo hay que estar atento, atento a cada oportunidad que nos brinda este cuento. Aprovecha el tiempo. Que cuando menos te lo esperes ya estarás sin aliento.
Disfruta de cada persona, de cada amistad, de cada día, de lo bueno, e incluso, de lo malo. Disfruta de cada segundo, que no sabes cuál puede ser el último. Que sí, el tiempo ayuda, o no, el tiempo mata. No te pares a pensar en un futuro, márcalo tú con tu día a día, sin monotonía, rompe tu rutina. Sal ahí, camina, corre, grita. Sé feliz. Sin preocuparte por cuando se va a detener tu reloj, sin pensar en lo que venga mañana, sin recordar lo que no te interesa. Disfruta de tu tiempo, y no lo malgastes con cualquiera, úsalo para ti y para quien te importa y quien comparte al 100% su tiempo contigo.
Aprovecha cada instante, cada momento. No dejes que nadie te robe tu tiempo.

Toda la vida.

Noche tras noche me paro a pensar. Y llego al mismo punto de siempre. Sigo pensando que vivo en sueño, y estoy con el miedo a despertarme y no tenerlo conmigo. Tengo ese miedo, de abrir los ojos y darme cuenta de que todo ha sido un simple sueño del que me he despertado y nada había pasado.
Pero no, no es así. Porque lo puedo sentir. Cada abrazo. Cada beso. Todo es tan real, que no quiero que nunca se acabe. Y de hecho, no pienso permitirlo. Porque cuando llega a ti la persona correcta haces lo posible por no perderla nunca. Y eso haré yo, cueste lo que cueste. Lucharé por hacer todo bien, por no fallar nunca. Por no rendirme. Por hacerle feliz, por hacernos felices, aunque a veces lo haga todo mal, intentaré hacerlo bien.
Y es que no quiero que esto tenga un final, no quiero despertarme nunca. No quiero perderle. Quiero tenerle toda la vida y mucho más.

¿Amigos o conocidos?

Amistades que se van. Amistades que se pierden. Amistades que matan. Amistades que mueren. Amistades que duran. Amistades que valen la pena. Amistades que valen la vida. Amistades que sorprenden. Amistades que te marcan. Amistades que destrozan. Amistades.

Hablan de amistades pensando que todo es fácil, como un simple cuento, y no se dan cuenta de que si no se cuidan todo llega a su final, todo tiene su momento. Por eso, valora lo que tienes, y no cuando sea demasiado tarde. Cuando lo pierdas, te aguantas y te jodes, porque no supiste apreciarlo. Y es que cuando algo se pierde, cuando todo cambia, no hay punto de retorno, no hay marcha atrás, haberlo hecho bien, haberlo pensado antes de actuar.

Y es que cuando todo va bien nadie falla, en las risas están todos, pero cuando lloras mira a tu alrededor y dime, ¿a quién echas en falta? Así estamos, aquí vivimos, en una sociedad llena de personas que nos venden una falsa imagen, de personas que van de amigos y no conocen su verdadero significado.

Vivimos en una sociedad en la que abunda la hipocresía, ¿quién lo diría? Aprende a escoger tus compañías. Que hoy quien más te quiere es mañana quien más rápido se larga. Que hoy quien más sonríe es mañana el que antes te la clava. Que hoy quien te muestra su cara bonita, mañana se quita la máscara y te muestra su verdadero rostro. Y esto es así, sin más explicaciones. Todos están ahí cuando se habla de fiesta, pero pocos están ahí cuando te caes.

Por eso, aprende a vivir para ti y para aquellos que realmente te demuestran día tras día que le importas.

Que hay cientos de amistades, sí. Pero, ¿cuáles son las correctas? Y mira bien, ¿son amigos, o simplemente conocidos con los que compartes un par de recuerdos hoy, y mañana ya ni se acuerdan? Ese es un pequeño matiz que tienes que saber diferenciar. Observa bien cada jugada, cada detalle, cada momento, cada mirada. Observa bien tu alrededor. Conoce bien a quien te rodea, y después elige. No llames amigo al primero que te abraza. Ni al que te invita a un cubata. No llames amigo al que te lleva de fiesta y la lía hasta que amanezca. No. Más bien, espera a que esa persona se preocupe por ti, a que te conozca y a que le conozcas. Espera a que sin tener que decirle nada te lea en la mirada que algo te pasa, que no va todo como quieres; que llegue y te demuestre que realmente le importas, que te quiere; que no quiere verte mal y que daría por ti lo que hiciese falta; que no solo va a estar ahí en lo bueno, sino también en lo malo; que día a día no te falla, ni nunca lo hará.  Espera a que alguien así te abrace cuando más lo necesitas sin pedirle su ayuda, sin pedirle nada. Y ese será un amigo de verdad. No como aquellos que solo piensan en su culo, que no piensan en los demás, que no se dan cuenta de nada y hay que decírselo para que se enteren.

Y es que hoy en día no queda gente que sepa ser amiga. No quedan amistades de verdad. Hoy en día solo te encuentras con esas jodidas pandillas que antes o después no sabes de sus vidas. Esas pandillas que solo están para las risas. Esas que al principio va todo bien, pero llegan a un punto en el que si algo falla todo se viene abajo, y ya no saben salir adelante. Esas pandillas en las que abundan los secretos, las mentiras, un cúmulo de tensión que se extiende, intentando dejar al lado todo, pero que llega un punto en el que los lazos se rompe, todo explota y entonces, entonces no queda nada. Y es que la cuestión está en lograr que nada vaya mal nunca, en saber solucionar los problemas cuando nacen, no cuando explotan. La cuestión está en saber ponerse en situación de todos, en conocerse, defectos y virtudes. La cuestión está en salir adelante, en aprender de los errores, en pulir todos juntos los defectos.  Pero todo eso, desde que se empieza, no cuando todo se termina.

Ahí está la diferencia entre amigos y conocidos, los amigos no dejarían que una amistad cayese y se hundiese, los conocidos… Los conocidos no sabrían cómo actuar cuando se cae, que dejarían que todo se hundiese y entonces no habría quien lograse tirar para salir a flote.

Por eso. Cuida tus amistades. Quédate con quien vale. Con quien demuestra. Con quien no se olvida de ti del día a la mañana. Quédate con quien comparte contigo lo mejor y lo peor. Con quien se dejaría la piel por ti. Quédate con los amigos, no con los conocidos.

Aprende a vivir.

Y esto es así, ni más claro, ni más oscuro. Ni más simple ni más complejo, si estás aquí es por el simple hecho de que en su momento ese espermatozoide se adelantó al resto. Que tu madre se abrió de piernas y gozó como una perra, y que meses después sufrió por traerte al mundo, un mundo podrido, lleno de mentiras, lleno de falsas personas, lleno de hipocresía, de copias baratas, de habladurías. Un mundo lleno de personas que no se merecen serlo.

Sí, es así, ni más ni menos. Y tú estás ahí, como cualquier memo, perdiendo el tiempo, leyendo mis cuentos, o no tan cuentos, quizás esto te llegue bien adentro, o quizás te lo olvides en el momento. Pero atento, porque la vida sí que no es un cuento, eso es muy cierto, es más que eso. Si llegaste aquí es porque sigues con vida. No te canses, camina. Que no te entra, pues empuja y asimila que quien no se pone las pilas se queda fuera de su pandilla. No vayas con mentiras, ni te preocupes por lo que dirán, que así demuestras que te falta personalidad.
Y aquí te escribo todo lo que siento, soltando hasta mi último aliento, despacio, lento, porque me sobra el tiempo y soltaré todo lo que pienso,  no puede quedarme dentro.
Asimila que la vida te marca el principio, y no te dice cuando llega el final. 
Asimila que la vida no es para pensarla es para vivirla. 
Asimila que antes o después vas a desaparecer, pero, mientras, mientras aprende a ser persona y demostrarle lo que sientes a quien te importa y quien te valora.
Aprende a respetar, y así serás respetado. Aprende a luchar, a arriesgar, a seguir por muy oscuro que haya sido el pasado y por muchos baches que te encuentres en el camino. Que si te rindes antes de tiempo, ya habrás perdido.
Aprende a llevar las verdades cara a cara, a no ocultar ni una sola palabra. Que al final no te llevan a ningún lado. Más bien, todo lo contrario, te llevan a quedar abandonado.
Aprende a decirlo todo; que las verdades duelen, sí, pero solo la primera vez, mientras que las mentiras duelen una y otra vez, porque no dejan de ser eso, putas mentiras que cuando salen a la luz destrozan a todo lo que se ponga por delante.
Aprende a ser tú mismo, antes que ser manipulado por nadie. No intentes imitar a nadie, por muy buen ejemplo que de a seguir, ni por muy grande y único que sea, porque cada uno es como es y nadie ha nacido para ser una simple copia, no. Nacemos para ser nosotros mismos, y gustarle a quien se lo merezca, no a cualquiera. 
Aprende a pensar antes de hablar, porque la puedes cagar y no siempre hay marcha atrás. Que cuando las palabras se van demás, todo llega a su final.
Aprende a valorar bien lo que tienes a tu lado a tiempo, porque llegará un momento en el que te encuentres sin nadie por no haber hecho caso.
Aprende a quererte, porque si tú mismo no te quieres, nadie logrará hacerlo.
Aprende a dar mejores pasos, no a tropezarte en piedras que no están ni en tu jodido camino, porque cuando intentes levantarte, te darás cuenta de que te has equivocado de lugar y la herida quedará ahí sin más.
Aprende a hablar con coherencia, que es algo que no tiene mucha ciencia. No vayas de sabelotodo, si en realidad poco sabes de toda la verdad.
Aprende a no ocultar nada, aprende a no fingir, aprende. Aprende.
Que sí, que dicen que de los errores se aprende, que la gente cambia, que la gente se arrepiente y que existen las segundas oportunidades. Pero también dicen que quien te la hace una vez puede hacerla dos o tres. Que a quien te falla que les folle. Que menos palabras y más hechos. Que a lo hecho, pecho. Que sino se demuestra interés, no hay solución. Que las mentiras siempre salen a la luz, y cuando eso pasa todo se pierde. Que la confianza es como una goma de borrar, poco a poco se desgasta, y cuando no queda nada, ya no se puede recuperar. 
Por eso... Aprende a sonreír, a demostrar, a luchar, a querer, a sentir, a no fingir, a ser tu mismo, a no sufrir, a ser fuerte, a seguir, a disfrutar, a llorar de alegría, a calmar el dolor, a no tener miedo, a gritar, a perderte con quien quieres, a no perder a quien te valora, a pensar antes de hablar. Aprende a vivir antes de morir. Que cuando te des cuenta ya no estarás aquí, estarás muerto, enterrado bajo el cemento. Y habrás muerto solo, sin quedar en la memoria de nadie, porque no aprendiste a tiempo, y perdiste a quien te valoró en su momento.

Hasta en sueños.

Y en eso que te das cuenta de que todo es insignificante a su lado, que nadie le podría superar. Que él lo es todo y eso es quedarse corto.
Que hasta en sueños te das cuenta de lo mucho que le quieres, que si hasta en sueños te faltas mueres. Que ya no podrías imaginarte una vida sin él, porque sin él la vida estaría vacía. Le faltaría algo, color, alegría, felicidad.
Eso es. Eso es amar por encima de todo. Eso es sentir que no puedes perder a alguien porque si le pierdes muere algo dentro de ti. Se te muere el corazón.
Por eso yo hoy escribo que si me falta él no sabría ssi lograría seguir. No sabría sonreír, ni vivir, no sabría nada, moriría de pena. Con la falta de su cariño y de todo él. Y es que si hasta en sueños me dejaba de latir el corazón, no quiero comprobar lo que sucedería en la realidad.
No quiero ni pensar en la idea de un "te dejo". Porque los sueños no son más que eso, y yo soy la que tiene el poder de cumplirlos o borrarlos. Por eso, que mi mayor sueño es morir a su lado. Feliz. Felices.
Yago.

Ese alguien.

Eso de que crees que ya nadie va a merecer la pena, que crees que ya nadie va a lograr enamorarte. De que estás cansada de que te la jueguen. De que sólo piensas en ti y en tu felicidad sin nadie más a tu lado. Eso de que crees que ya se te caducó el billete del amor y entonces de repente llega alguien que te cambia la vida. Ese alguien que te lo demuestra todo y mucho más. Ese alguien que te enamora de verdad. Ese alguien que te cambia la vida. Que te cambia el humor con sólo una mirada. Ese alguien que te descontrola. Ese alguien con el que tu mente cambia su forma de pensar en el futuro y en el amor. Ese alguien con quien te decides quedar para darlo todo. Ese alguien con quien ves el futuro a su lado. Ese alguien que haga lo que haga, lo hace bien. Ese alguien con el que si te falta no puedes vivir. Ese alguien que te hace dar tu mayor paso en la vida. Ese alguien que te deja todo claro en mente. Ese alguien con quieres vivir hasta morir.
Ese es esa persona que cuando llega, cuando la eliges, cuando te das cuenta de que es tu otra mitad, lo sabes, porque el corazón late más fuerte, porque la sonrisa brilla, y la mirada reluce. Ese es él. El definitivo, el adecuado. El que se complementa a ti en todo, hasta en los enfados. En TODO. Y ese es con el que sabes que vas a pasar los mejores años que te quedan de vida, por encima de todos los demás, por encima de cualquier obstáculo que se presente. Ese es con quien decides morir. Sin miedos, sin temores. Con dos dedos de frente y miles de planes para realizar.

Yago.

Él.

Soy esa que eso de amar no le gustaba. Que siempre le fallaron o que falló por no saber seguir. Soy esa que odiaba enamorarse, porque realmente nunca había encontrado a la persona correcta. Soy esa que es borde por naturaleza y no le sale la parte cariñosa. O eso creía. Tenía el corazón cerrado por reformas. No quería enamorarme. Quizás tenía miedo a caer, a volver a sufrir. Miedo a equivocarme una vez más. Por eso me cansará de buscar. Me dejé llevar, camino tras camino, el amor estaba en manos del propio destino. No esperaba a nadie. Sólo disfrutaba.
Hasta que él llegó y me rompió los esquemas. Despacio se metió en mi corazón y ahora ed imposible sacarlo. Empecé a quererle. Empecé a sonreír con tan sólo verle. Empecé a sentirme bien cada vez que lo tenía cerca. A sentirme protegida, segura, querida. Feliz. Con un una mirada más viva. Supe que él era mi chico. El que me robó el corazón. El que me enamoró como nadie antes lograra hacerlo. El que me hacía sentir tan bien. Él fue el único que me hizo conocer el significado de amar. El que me cambió la vida. Con el que conocí mi lado romántico y cariñoso. Y es que me cambió la vida. Y es con él con quien quieeo compartir la vida entera, y todo ese tiempo se me hace corto.
Nunca dejaré de quererle. Yago.

Vive.

"Y, dime... ¿La vida es fácil? No pienses, sólo responde. Sabes que no, lo sabemos. Pero, ahí está la clave. No se trata de hundirse entre miles de pensamientos que no callan, ni miles de sentimientos negativos. No se trata de ser el polo negativo de la vida. No. A veces, creemos que no tenemos fuerzas, que no sabemos salir adelante, y es ahí cuando nos viene a la mente miles de acciones que hacer, cuando se nos activa lo peor, cuando de esfuman las ganas de vivir, de sonreír, de seguir. Cuando sólo pensamos en desaparecer, en morir. En ir lejos, donde no haya problemas. Pero en esta vida, vayas donde vayas, habrá problemas. Por eso lo que hay que hacer es cogerlos y hacerles frente. Luchar. Sacar fuerzas de la nada. Buscar motivos para sonreír, siempre habrá, aunque sea lo más mínimo. Hazle frente a tus miedos, ponle cara a tus problemas. Suelta todo. Sal. Grita. Desahogate. Piensa en los que te quieren. En los que te importan. Quédate con lo bueno. Deja lo malo. Aprovecha la vida, que sólo es una, y rendirse y hundirse no debe estar en tu diccionario, quita eso de tu vocabulario. Porque cuando crees que todo esta negro, debes abrir bien los ojos y has de saber que hay un pequeño destello que te va a hacer sonreír. Asique, ¿a qué esperas? Abre los ojos. Limpia las lágrimas. Y busca la felicidad que cuelga en tus manos. Que sabes que la tienes. No la pierdas. Nunca. Vive, pero vive feliz."

Just do it!

No te pares a pensar las cosas dos veces, sólo hazlo. Disfruta del momento. Rompe reglas, escapa. Sal de fiesta. Toma alcohol. Grita.
Saca de las casillas a quien aprecias y soluciónalo entre risas y abrazos. Pisa el acelerador, haz que la adrenalina te llegue a la venas.
Arriesga. Sufre, pero lo más mínimo para hacerte más fuerte.
Folla. Folla. Folla hasta que encuentres esa persona con la que todo cambie y hagas el amor.
Quiérete, súbete el ego. Discute. Arreglalo. Rompe papeles. Destroza la cama. Dispara. Ama. Ríe. Lucha cuando vale la pena. Tropieza, ríete de la caída y sigue como si nada. Deja atrás personas que no valen la pena y quédate con quien valga la vida.
No lo pienses tanto, no busques tantas respuestas, ni siquiera pienses en los problemas. Desconecta de lo malo. Quédate con lo bueno. Haz locuras. Disfruta cada segundo. Como sea. Nunca te hundas.
Sólo hazlo. VIVE, que sólo se vive una vez y no se sabe cuánto.

Vivirla, no sufrirla.

¿Quién ha dicho que la vida fuese fácil? ¿Quién ha dicho que fuese siempre para caminar entre rosas? Nadie. Todo lo contrario. La vida es de esas cosas complicadas y muchas veces sin sentido. Pero está para vivirla. Antes o después dejaremos de contarla, ya habremos muerto.
Mi lema es "Carpe Diem". Aprovecha el momento.
La vida te da palos, la vida te pone obstáculos, la vida intenta joderte, la vida es difícil, la vida te lleva a la muerte, la vida te enseña. La vida te hace crecer, caer, aprender, levantarte. Te hace amar, y sufrir. Te enseña muchas cosas, para al final terminar igual. Muerto.
No pienses las cosas mil veces. No sufras por alguien que no te merece. No llores por amor. No te hundas por perder a alguien, es ley de vida. Sal adelante. Que nunca te falteb fuerzas. No sabes cuando vas a dejar de eexistir, así que, mientras existas, lucha por sonreír. Por llegar a tus metas, por muy lejos que estén, por muy difíciles que sean. Lucha, disfruta, no te hundas. Pero recuerda, metas son metas, sueños son sueños. Y antes de luchar, aprende a distinguirlos y a saber decir qué vale la pena y que no. No vayas a luchar en valde.
Si te caes por el camino, levántate, limpiate la herida, deja la cicatriz y sigue. A veces podemos cambiar de camino, porque hay caminos que no son los correctos.
El tiempo nunca se va a detener para hacernos felices, sólo tú puedes agarrar fuerte tu felicidad y buscar apoyo en quien puede ayudarte a ser feliz. Hazlo. Sé feliz, como sea. Pero nunca te dejes en el suelo. Que el tiempo pasa y cuando menos lo imagines habrás perdido demasiado y no podrás recuperarlo.

Prometo quererte.

No prometo mundos, ni que vaya a llevarte al fin del mundo con mil cosas entre manos. No prometo que esto siempre sea de color rosa, ni mucho menos.
Pero sí prometo darte mis mejores sonrisas, mis mejores momentos. Dar lo mejor de mí y lo poco que tenga. Sí prometo llegar a lo más lejos agarrados de la mano. Prometo no fallar, o morir en el intento.
Prometo luchar por hacerte sonreír.
Prometo tirar y siempre salir adelante.
Que como yo te quiero nadie te va a querer, y que nunca nadie me había hecho sentirme así. Que si soy feliz es porque vamos agarrados de la mano. Juntos, nadie nos dará separado.
Esto no es un desde siempre, pero haremos que sea un para siempre.
Prometo que daré lo mejor de mí.
Y yo siempre soy de cumplir.
No siempre va a ser todo perfecto, siempre habrá esos momentos en los que una discusión nos joda el cuento, pero prometo que las reconciliaciones nos pondrán contentos.

No busques, espera.

Y es que no se trata de buscar, no se trata de forzar nada, de dar falsos movimientos ni de querer a quien no debemos. No se trata de sufrir por quien no nos merece. No.
Se trata de saber esperar, de no desesperarse. Se trata de seguir adelante, esperando a que llegue nuestro acompañante. No te rindas porque tengas batallas perdidas. No.
Que la guerra se gana poco a poco, cuando llega a tu lado quien menos te lo esperas.
No de trata de fijarse en cualquiera, ni en querer encontrar a la mejor. Se trata de saber tener paciencia, el amor no tiene ciencia. Cuando menos lo imaginas llega alguien que te fascina. Sin darte cuenta alguien en tu corazón entra y no para después salir por la puerta, no. Cuando menos te lo esperes, alguien habrá entrado en ti para no salir. Alguien te habrá cambiado la vida. Y será ahí cuando hayas ganado la batalla final. Será ahí cuando la vida te sonría, cuando tú seas quien brilla más que el propio sol. Será ahí cuando sepas que ha llegado alguien especial, con quien compartir una vida y mucho más.
Pero recuerda, eso pasa cuando no se espera, todo llega. Tiempo al tiempo.
Y es que el amor es cosa de dos, y es el destino quien los une poco a poco. Personas destinadas a ser felices, encuentran su camino cuando ya creían que no lo encontrarían.
Y esas son las personas que cuando se enamoran de verdad saben que nunca van a fallar, y que siempre van a luchar por su felicidad, agarrados de la mano. Con la fuerza de ambos.
Nunca desesperes, espera. Que quien menos te esperas llegará para no marchar.

Echar de menos.

Echar tanto de menos que llegas al punto en el que sientes que te falta algo dentro de ti.
Echar tanto de menos que notas como si no pudieras sonreír con todas las ganas porque te falta ese algo o ese alguien.
Echar tanto de menos que te duele por dentro, y no puedes disimular el sentimiento. Es un sufrimiento cuando estás así. Por momentos se te quitan las ganas de vivir.
Y sólo echas de menos así cuando encuentras a la persona que se complementa contigo, a la persona que te hace feliz a cada instante, a la persona que quieres en tu vida hasta morir.
Aprendes a echar de menos cuando llega a ti esa persona que estabas esperando.
¿Tú la has encontrado? ¿Has llegado al punto en el que echas tanto de menos a alguien que no puedes pasar ni un instante lejos de ella?
Hablamos de echar de menos sin saber, pero cuando echamos de menos de verdad, se nos cae el mundo encima. Se nos hacen eternas las horas. Se pone todo gris. Se pierde la sonrisa. Y se apaga el brillo en los ojos.
Eso es echar de menos. Sentirlo dentro, y tenerle lejos, morir sin estar cerca, pero vivir por verse pronto.

Sonríe y ya está.

Recuerda, estás aquí para sonreír. Seas como seas.

Nunca dejes que nadie intente destrozar esa sonrisa. Seas como seas. Todo tenemos el derecho de ser felices.

Aquellos que nos critican sin motivos exactos, es porque estamos por delante de ellos. 

Nunca podemos darle el placer a nadie para hundirnos. Porque aquellos que critican lo único que buscan es vernos en el suelo, sin ser capaces de salir adelante, sin ser capaces de sonreír. Muéstrale quién es más fuerte, afronta cada crítica como una meta de superación. Haz de cada crítica una mera opinión que te haga modificar tus errores, que te haga cambiar a  mejor.

Ignora a esas todas críticas sin sentido.

Sal ahí, grita que eres feliz, siendo como eres, le guste a quien le guste, y a quien no, que se gire y ni te mire.

Hipocresía.

 
Van de amigos y lo único que saben hacer es mentir. Esas personas no son más que intentos fallidos de personas. Y es que van de que nunca te van a fallar, y cuando la cagan no saben asimilarlo e intentar solucionarlo. No saben hacer nada. No saben luchar por lo que quieren. Le dejan la solución al tiempo, y la única solución que da el tiempo es el olvido, es perder a quien quieres. Es así. No se trata de mentir, no se trata de fingir. Se trata de saber valorar a quien te valora, se trata de escuchar los consejos, se trata de saber asumir cada error y de demostrar que no se volverían a repetir, se trata de responsabilizarse de cada acto, de escuchar los avisos y no caer siempre en la misma piedra. Se trata de saber ser amigos. No se trata de fingir, no se trata de mentir, no se trata de inventar.

Esa fácil saber cuando alguien es persona o no. Cuando pierdes a alguien, si realmente te importaba, intentarás luchar por arreglarlo todo y no perderle, si ya te da igual, lo dejarás ir y te olvidarás, intentarás olvidar su nombre, olvidar todo y  te meterás en tu vida.

Aunque si no eres persona, no harás ni una cosa ni la otra, lo que querrás es destrozarle la vida a quien un día te hizo feliz, a quien un día lo dio todo por ti. Intentarás hundirle, solo para no verle feliz.

Eso, eso es de lo que se trata la hipocresía, de personas que van inventando lo que sea, creando rumores entre personas para destrozar a quien una vez le había hecho sonreír, cuando nadie lo hacía. Hipocresía, es volver a caer de nuevo al lado de esa gente que un día tanto habías criticado, como si nada hubiera pasado. Hipocresía es eso de unirte al enemigo para ayudarle.

Hipocresía es eso de sacar a la luz los trapos sucios de esas personas que un día tanto decías querer, solo para verles caer.

Hipocresía, un mundo de hipocresía es en el que vivimos. En el que las pantallas hablan por si solas. Un mundo en el que con un texto como este cualquiera puede llegar a malentender y aludirse sin más, tomándoselo todo a mal.

Vivimos en un mundo en el que ser falso es más que una moda, es lo que cada uno quiere ser. Un mundo en el que sin críticas no se vive. Un mundo en el que no cualquiera da la cara. Un mundo en el que cualquiera te  busca pelea, pero no llega a nada.

Vivimos aquí, en el mundo de la hipocresía, y nadie es capaz de cambiarlo. Porque todos tenemos dos caras, o más.

¿Cuántas tienes tú? ¿A cuántos amigos que un día quisiste intentaste destrozar? ¿A cuántos criticaste sin conocer? ¿A cuántos odiaste y al final te juntaste con ellos?

Todos tenemos un punto de falsedad, la cuestión es saber controlarla.

¿Eres capaz? 

Recuerda, nunca te unas con quien un día tanto criticaste, estarás cayendo bajo. Nunca critiques a quien te quitó sonrías cuando estabas solo. Nunca te dejes llevar por las pantallas.

Recuerda. Contrólate. No te pases con las caras.

Rozando el cielo.

http://www.youtube.com/watch?v=Rus6VS_Jtsc

- El amor es una mierda.

Eso no es cierto. Mierdas son esas personas que te hacen dudar del amor. Mierdas son esas personas que juegan a enamorarte y al final solo se molestan en destrozarte. Mierdas son quienes hacen que el amor desaparezca.
Esto es así, el amor NO es una mierda, aprende a valorarlo. Aprende a valorar a quien tienes a tu lado, a quien te quiere de verdad, a quien te hace sonreír y al mismo tiempo llorar. Aprende a valorar a esas personas que día a día te demuestran que el sentimiento del amor existe. Déjate llevar por esas personas, y nunca dejes que nadie te destroce. Querer es de personas, pero solo se debe querer a quien realmente lo merece.

Es simple.

Vivimos en una sociedad donde cuando damos todo por alguien, llega un momento en el que te acaba decepcionando. Vivimos donde sólo sabemos inventar, mentir y exagerar. Una sociedad donde la cara no se da. Donde sólo pensamos en nosotros y no en lo que le está pasando a los demás. Vivimos en un mundo donde tenemos una venda que nos ciega.
Vivimos en una sociedad donde se prefiere inventar y pegar, antes que hablar y solucionar.
Vivimos entre falsedad e hipocresía.
Unos con más nivel que otros.
Vivimos en esta mierda, unos apoyan lo suyo, otros se meten donde no deben. Unos critican por crecerse, y otros afirman tener toda la razón del mundo.
Vivimos así, hasta que nos pegamos una ostia y aprendemos a ver la jodida realidad.
Todos tenemos nuestros defectos, nuestros errores, nuestros fallos. Nuestras mentiras. Nuestros secretos. Pero todos tenemos derecho a ser felices, a poder luchar por lo que queremos, a opinar sin miedo a lo que piensen... Todos. Aunque a veces, hacen lo posible por nublar nuestras ideas.

Love, lost.

Todo se queda en palabras bonitas de bocas equivocadas.
¿Sufrir? En serio, ¿realmente te vale la pena sufrir por eso que llaman amor? 
Te digo yo que no. 
Que no sirve de nada derramar una sola LÁGRIMA, aquellos que realmente te quieren harán lo posible porque no llores. Harán lo posible por levantarte cuando tú no puedes, por sacarte una sonrisa. Por hacerte ver el sol detrás de tanta nube.
El amor no arregla nada, está demasiado sobrevalorado. 
No es más que un juego, en el que uno te controla de tal forma que te ilusiona mediante sus palabras, te enamora, te dice que siempre se quedará pero que no es más que otra falsa promesa para poder jugar contigo cuando quiera.
 El amor no es más que eso, miles de palabras bonitas en bocas equivocadas que te hacen pensar que pueden ser lo único y lo mejor de la vida, pero en realidad no es así. Mentiras, mentiras y más mentiras. Falsas ilusiones, el fuego del amor, que se consume, que se apaga, dejando cenizas, que siempre se quedarán ahí.
Deja que el olvido se apodere de ti, y que los recuerdos se hundan en el mar, donde nunca más puedan flotar, donde no te hundan a ti. 

Sonríe.


El verdadero amor llegará cuando menos lo esperes, lo mejor se hace esperar. Todo es cuestión de esperar a esa persona que no hace falsas promesas, que te quiere por como eres y por como se siente cuando está a tu lado, no por lo que lleguen a decir de ti.

Pero eso, mientras, lucha por ser feliz y no por encontrar cosas que no hay que buscar.#

Querido orgullo,

cada vez que pienso en ella y recuerdo todos esos momentos a su lado me entran ganas de llorar, eso primero. Después lo que quiero es escaparme, buscarla, encontrarla y poder revivir a su lado más momentos. Pero a medida que pasa, me doy cuenta de que tú mandas más en mí que yo mismo y que no me dejas ni decirle un ''te extraño''. Orgullo, la necesito, necesito sus besos, sus caricias, sus ''te quiero'', sus buenas noches y buenos días. La necesito a ella, a su amor. Orgullo, déjame escribirle y decirle todo esto. Déjame vivir, amar. Déjame ser feliz. Me estás matando.#

Está de moda.

Conoces mi nombre y ya por eso crees que lo sabes TODO de mí, cuando en realidad no sabes ni cómo me llaman mis reales amigos, ni cómo me comporto en casa, ni lo que hago cuando salgo. Y mucho menos, no sabes qué pensamientos tengo en mente ni porqué actúo como actúo.#

Dicen que...

Siempre hay tiempo para echarse las culpas, para rendirse, para olvidar, para sufrir. Pero llega el 

momento en el que ves que el tiempo no sobra, y que lo has perdido en lo menos importante. 

Recuerda, siempre hay tiempo hasta que es demasiado tarde. Aprovéchalo. Disfruta, sonríe, baila, 

grita, diviértete, canta, sueña. 

Vive#

Demasiado débil...

Intentó salir adelante, intentó olvidarse de cada de momento, de ti, de ese ''vosotros'', incluso intentó olvidarse de quién era ella realmente. Pero por más que lo intentaba no lo conseguía, revivía cada instante y las lágrimas en sus ojos aumentaban. Cada día era peor, hasta que ella se ahogo en sus propias lágrimas sin poder salir adelante sin ti, sin poder sonreir, sin poder levantarse. Sin poder vivir.#

Otras maneras de destrozarte creyendo que no.

Trágatelo.

Dicen que es lo único que realmente nunca te hará engordar.

Dicen que sin él eres mucho más feliz.

                                                 Dicen que es todo más fácil.

Y que sin él todo se ve de otra forma. #

A veces es lo que tú dices.

Porque a veces me da igual que unos me insulten, que otros me critiquen. Que aquellas me miren mal y se inventen mil rumores. A veces eso me da absolutamente igual. Lo que realmente me hace daño es que seas tú quien te dejes llevar por esas personas y digas lo mismo que ellos y lo digas con ese tono y carácter que tanto me destroza.#

A mí las palabras no me llegan.

No juegues a arreglarlo todo 

con palabras bonitas, no soy la 

misma que era antes. No soy esa 

que deja que la pisoteen una y 

otra vez y vuelve a caer con una 

simple cursería, no. He 

cambiado. Ahora eso no me 

ayuda, no me sirve de nada. No 

te sirve de nada. Si estoy 

enojada lo que tienes que hacer 

es sacarme una sonrisa no sólo 

con palabras. Quiero hechos. Te 

quiero aquí, un abrazo, eso 

ayuda más que cualquier otra 

cosa.

Más que un silencio. Tú silencio.

A veces es un simple silencio... Un silencio que no destroza por dentro mucho más que unas simples palabras, porque puede estar mucho más cargado de sentimientos que cualquier otra cosa.
A veces no te das cuenta, pero cuando no me dices nada, cuando te callas, y sobre todo, cuando me ignoras, es cuando me matas, poco a poco.

De la vida aprendí.

Que hoy en día no puedes confiar en nadie, porque las decepciones llegan de quien menos 
te lo esperas.

Que las apariencias engañan, y cada día más. Porque delante tuya te dicen una cosa, y 
después te enteras de que se inventan una novela a tus espaldas, sin tener idea de que tú 
apareces en ella y eres la peor. Y las mentiras siempre acaban saliendo a la luz, y resultan 
peores cuanto más se ocultan. 
Que si tienes que decir algo, lo mejor es hacerlo a la cara, la verdad aunque duela siempre 
duele menos si se dice cara a cara.

Que quien realmente merece la pena te lo demuestra como sea. Que no sirve de nada amar, al final siempre acabamos amargados. Por eso mejor me enamoro de la botella, que al fin y al cabo, siempre me va dar lo que yo quiero, el olvido de los problemas.


Que los para siempre ahora duran menos que tu propio periodo menstrual, y que es mejor 
ser nada, ya que siempre dura. Y que las promesas se las lleva al viento. No son más que 
mentiras. 

Que por mucho que intentes arreglar un corazón roto, no vuelve a ser lo mismo, ya que 
cualquier cosa que se rompe no vuelve al sitio por muchos arreglos que se le hagan.

Que tu familia es quien te ayuda a salir adelante, no tu orgullo.

Que pase lo que pase, diga lo que digan, tienes que ser siempre tú misma, porque no sirve 
de nada fingir ser algo que en realidad no eres.

Quien te quiere no te hará llorar, y si lo hace será de la risa. Y siempre va a luchar por 
sacarte una sonrisa en tus peores momentos. 

Que la vida son dos días y no hay que desperdiciarlos. Sino que vivirlos sin pensar.

Y sobre todo, que nunca debes dejar de sonreir, eso es lo que confunde a la gente, eso es 
lo que te hace más fuerte y te saca de los peores momentos.

De la vida aprendí que no hay que dejarse en el pasado, ni pensar en el futuro, sino 
molestarse en vivir el presente.