te lo esperas.
Que las apariencias engañan, y cada día más. Porque delante tuya te dicen una cosa, y
después te enteras de que se inventan una novela a tus espaldas, sin tener idea de que tú
apareces en ella y eres la peor. Y las mentiras siempre acaban saliendo a la luz, y resultan
peores cuanto más se ocultan.
Que si tienes que decir algo, lo mejor es hacerlo a la cara, la verdad aunque duela siempre
duele menos si se dice cara a cara.
Que quien realmente merece la pena te lo demuestra como sea. Que no sirve de nada amar, al final siempre acabamos amargados. Por eso mejor me enamoro de la botella, que al fin y al cabo, siempre me va dar lo que yo quiero, el olvido de los problemas.
Que los para siempre ahora duran menos que tu propio periodo menstrual, y que es mejor
ser nada, ya que siempre dura. Y que las promesas se las lleva al viento. No son más que
mentiras.
Que por mucho que intentes arreglar un corazón roto, no vuelve a ser lo mismo, ya que
cualquier cosa que se rompe no vuelve al sitio por muchos arreglos que se le hagan.
Que tu familia es quien te ayuda a salir adelante, no tu orgullo.
Que pase lo que pase, diga lo que digan, tienes que ser siempre tú misma, porque no sirve
de nada fingir ser algo que en realidad no eres.
Quien te quiere no te hará llorar, y si lo hace será de la risa. Y siempre va a luchar por
sacarte una sonrisa en tus peores momentos.
Que la vida son dos días y no hay que desperdiciarlos. Sino que vivirlos sin pensar.
Y sobre todo, que nunca debes dejar de sonreir, eso es lo que confunde a la gente, eso es
lo que te hace más fuerte y te saca de los peores momentos.
De la vida aprendí que no hay que dejarse en el pasado, ni pensar en el futuro, sino
molestarse en vivir el presente.
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