No busques, espera.

Y es que no se trata de buscar, no se trata de forzar nada, de dar falsos movimientos ni de querer a quien no debemos. No se trata de sufrir por quien no nos merece. No.
Se trata de saber esperar, de no desesperarse. Se trata de seguir adelante, esperando a que llegue nuestro acompañante. No te rindas porque tengas batallas perdidas. No.
Que la guerra se gana poco a poco, cuando llega a tu lado quien menos te lo esperas.
No de trata de fijarse en cualquiera, ni en querer encontrar a la mejor. Se trata de saber tener paciencia, el amor no tiene ciencia. Cuando menos lo imaginas llega alguien que te fascina. Sin darte cuenta alguien en tu corazón entra y no para después salir por la puerta, no. Cuando menos te lo esperes, alguien habrá entrado en ti para no salir. Alguien te habrá cambiado la vida. Y será ahí cuando hayas ganado la batalla final. Será ahí cuando la vida te sonría, cuando tú seas quien brilla más que el propio sol. Será ahí cuando sepas que ha llegado alguien especial, con quien compartir una vida y mucho más.
Pero recuerda, eso pasa cuando no se espera, todo llega. Tiempo al tiempo.
Y es que el amor es cosa de dos, y es el destino quien los une poco a poco. Personas destinadas a ser felices, encuentran su camino cuando ya creían que no lo encontrarían.
Y esas son las personas que cuando se enamoran de verdad saben que nunca van a fallar, y que siempre van a luchar por su felicidad, agarrados de la mano. Con la fuerza de ambos.
Nunca desesperes, espera. Que quien menos te esperas llegará para no marchar.