Amistades que se van. Amistades que se pierden. Amistades
que matan. Amistades que mueren. Amistades que duran. Amistades que valen la
pena. Amistades que valen la vida. Amistades que sorprenden. Amistades que te
marcan. Amistades que destrozan. Amistades.
Hablan de amistades pensando que todo es fácil, como un simple
cuento, y no se dan cuenta de que si no se cuidan todo llega a su final, todo tiene
su momento. Por eso, valora lo que tienes, y no cuando sea demasiado tarde.
Cuando lo pierdas, te aguantas y te jodes, porque no supiste apreciarlo. Y es
que cuando algo se pierde, cuando todo cambia, no hay punto de retorno, no hay
marcha atrás, haberlo hecho bien, haberlo pensado antes de actuar.
Y es que cuando todo va bien nadie falla, en las risas están
todos, pero cuando lloras mira a tu alrededor y dime, ¿a quién echas en falta?
Así estamos, aquí vivimos, en una sociedad llena de personas que nos venden una
falsa imagen, de personas que van de amigos y no conocen su verdadero
significado.
Vivimos en una sociedad en la que abunda la hipocresía,
¿quién lo diría? Aprende a escoger tus compañías. Que hoy quien más te quiere
es mañana quien más rápido se larga. Que hoy quien más sonríe es mañana el que
antes te la clava. Que hoy quien te muestra su cara bonita, mañana se quita la
máscara y te muestra su verdadero rostro. Y esto es así, sin más explicaciones.
Todos están ahí cuando se habla de fiesta, pero pocos están ahí cuando te caes.
Por eso, aprende a vivir para ti y para aquellos que
realmente te demuestran día tras día que le importas.
Que hay cientos de amistades, sí. Pero, ¿cuáles son las
correctas? Y mira bien, ¿son amigos, o simplemente conocidos con los que
compartes un par de recuerdos hoy, y mañana ya ni se acuerdan? Ese es un
pequeño matiz que tienes que saber diferenciar. Observa bien cada jugada, cada
detalle, cada momento, cada mirada. Observa bien tu alrededor. Conoce bien a
quien te rodea, y después elige. No llames amigo al primero que te abraza. Ni
al que te invita a un cubata. No llames amigo al que te lleva de fiesta y la
lía hasta que amanezca. No. Más bien, espera a que esa persona se preocupe por
ti, a que te conozca y a que le conozcas. Espera a que sin tener que decirle
nada te lea en la mirada que algo te pasa, que no va todo como quieres; que
llegue y te demuestre que realmente le importas, que te quiere; que no quiere
verte mal y que daría por ti lo que hiciese falta; que no solo va a estar ahí
en lo bueno, sino también en lo malo; que día a día no te falla, ni nunca lo
hará. Espera a que alguien así te abrace
cuando más lo necesitas sin pedirle su ayuda, sin pedirle nada. Y ese será un
amigo de verdad. No como aquellos que solo piensan en su culo, que no piensan
en los demás, que no se dan cuenta de nada y hay que decírselo para que se
enteren.
Y es que hoy en día no queda gente que sepa ser amiga. No
quedan amistades de verdad. Hoy en día solo te encuentras con esas jodidas
pandillas que antes o después no sabes de sus vidas. Esas pandillas que solo
están para las risas. Esas que al principio va todo bien, pero llegan a un
punto en el que si algo falla todo se viene abajo, y ya no saben salir
adelante. Esas pandillas en las que abundan los secretos, las mentiras, un
cúmulo de tensión que se extiende, intentando dejar al lado todo, pero que
llega un punto en el que los lazos se rompe, todo explota y entonces, entonces
no queda nada. Y es que la cuestión está en lograr que nada vaya mal nunca, en
saber solucionar los problemas cuando nacen, no cuando explotan. La cuestión
está en saber ponerse en situación de todos, en conocerse, defectos y virtudes.
La cuestión está en salir adelante, en aprender de los errores, en pulir todos
juntos los defectos. Pero todo eso,
desde que se empieza, no cuando todo se termina.
Ahí está la diferencia entre amigos y conocidos, los amigos
no dejarían que una amistad cayese y se hundiese, los conocidos… Los conocidos
no sabrían cómo actuar cuando se cae, que dejarían que todo se hundiese y
entonces no habría quien lograse tirar para salir a flote.
Por eso. Cuida tus amistades. Quédate con quien vale.
Con quien demuestra. Con quien no se olvida de ti del día a la mañana. Quédate
con quien comparte contigo lo mejor y lo peor. Con quien se dejaría la piel por
ti. Quédate con los amigos, no con los conocidos.
Spam
ResponderEliminarTe contradices en muchas cosas, no sabes escribir.
ResponderEliminar¿En qué me contradigo? Envidia.
ResponderEliminar¿En qué me contradigo? Envidia.
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