Pero al final siempre vuelvo a caer. Siempre vuelvo a sufrir por el mismo. Siempre acabo en sus brazos, por no decir en su cama. Como una tonta, que no sabe lo que quiere... O quizás sí, lo que quiero es a él, pero sé que no lo puedo tener, entonces, me hago la tonta, y vuelvo a caer. Una y otra vez... Vuelvo a sufrir, pero cada vez menos, porque de tantas veces que caigo en sus brazos, ya sé como levantarme y sonreir.#
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