
Un pequeño pero gran defecto de todo el mundo. El orgullo, que todos tenemos. Pero que unos más que otros. Es lo que nos mata, es lo que nos hunde, poco a poco. Porque por no saber tragarlo en determinados momentos, nos hace perder a grandes personas. Por no saber tragarlo, llegamos a perder a grandes amistades e incluso amores. El orgullo nos destroza. Y con el tiempo, la gente se va dando cuenta de todo lo que pierde. Y quizás entonces, ya sea demasiado tarde para recuperar lo perdido.
Debemos tragarnos ese orgullo siempre, o directamente tirarlo fuera. Ser orgulloso nos trae problemas... No nos trae felicidad. No nos deja ver lo que está pasando realmente, no nos deja ser felices completamente.
Cuando menos te lo esperas, estás sólo porque tú quieres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario