El corazón manda.

Y es que auto-convencerse de que no le quieres, de que lo odias, de que ya no piensas en él, de que ya no existe para ti, duele, por que en el fondo tú sabes que aun sigues sintiendo ese amor que sentiste una vez, que sentiste desde el principio, aunque quieras controlarlo y hacer que desaparezca...

Evitar su mirada, evitar su sonrisa, que tanto te gustaba. Observarlo sólo cuando él no se da cuenta, mirar sus preciosos ojos cuando él no te mira, duele, porque sabes que ya no será tuyo otra vez, que las cosas han cambiado... Porque has comenzado a sacarlo de tu cabeza, y has decidido comenzar una vida nueva al lado de alguien mejor.Pero aunque no lo quieras admitir, aunque no quieras darte cuenta, de él te enamoraste una vez y sabes que nunca podrás olvidar todos esos momentos a su lado, que no lo olvidarás nunca. Pero sí podrás rehacer tu vida y enamorarte de otro una vez más, podrás ser feliz aunque creas que no, aunque te duela, siempre aparecerá alguien que consiga hacerte feliz y poder sacarte de la mente al otro... Y si duele, sonríe y aprieta los dientes.

Y es que: 

En los temas del corazón, tú nunca eliges.Y en los sueños, tu subconsciente decide.