Mis historias...

Un mundo diferente.

Bienvenido a mi mundo, un mundo diferente, un mundo donde manda la felicidad, donde mi medicina es tu sonrisa... Ahora, déjate llevar, sonríe. Sé feliz, y no te dejes pisar por nada ni por nadie.Mi ley de vida: Nacemos para morir, pero también para vivir, quizás por eso debemos sonreír. Carpe Diem.#

28 octubre, 2012

Esa puta mentira.

Tengo 20 años, pasé por demasiados momentos. Unos buenos y otros no tan buenos. Por peleas entre amigas. Y discusiones en casa. Pasé por la separación de mis padres. Y un par de años de no querer saber nada de mi padre. Pasé por momentos familiares que no quiero ni recordar, y menos nombrar. Pasé por tantas cosas que muchos desconocen... Luché por amor, fallé y me fallaron, me equivoqué, me destrozaron, me dejaron, dejé... Perdí a quien más quise, y me odio por ello, ahí reconozco que fui la más imbécil de todas, por no buscar apoyo cuando debía, quizás era el miedo, o simplemente el hecho de no querer ser especial. Pasé por tantas cosas. Tuve mis fallos, lo reconozco, jugué con quien no tenía que jugar... Y me di cuenta. Y aún así, me llaman inmadura, por el simple hecho de querer hablar las cosas a la cara, y allanarle el suelo a un amigo para cuando llevase la caída el golpe no fuera tan duro.
Y es que veces, no todo es un camino de color de rosas. A veces hay problemas sin solución, y errores sin arreglo. Pero con palabras, todo puede solucionarse. Cuando lo intentas dar todo por tus amigas y te sale mal, no sabes si tirar la toalla y marchar. No sabes qué hacer.
Soy partidaria de decir todo a la cara, aunque duela. Cuando sabes demasiada información y ves que están jugando con los sentimientos de una persona soy de esas que necesita soltarlo todo. Con el tiempo, eso ayuda.
Dicen que actúo a lo bestia, y que no pienso las cosas antes. Puede ser que sí, que cuando actúo voy a lo que voy, pero cuando se trata de un tema realmente serio, antes de actuar pienso bien las cosas.
Me hago la fuerte, día tras día, sólo para ver a mis amigas bien, sólo para hacer una simple tontería que las haga sonreir. Porque sino está esa chica bromista en un pequeño grupo, todas se hunden, y las lágrimas no cesan. No soporto ver que cambian las cosas sin saber por qué.
Odio enfadarme con mis amigas, con las que son lo mejor de mi vida... La verdad, es que cualquiera critica en los malos momentos, ¿quién hasta ahora nunca lo ha hecho? Yo no lo niego. Pero las segundas oportunidades existen. Y si existen es porque están para mejorar la amistad. Y para aprender de nuestros fallos y arreglarlos.
También odio que se enfaden conmigo sin darme los motivos, sin darme explicaciones. Y que me quiten de su vida de la noche a la mañana sin decir nada. Odio que no me digan lo que sienten, y que no me digan las cosas a la cara. Todo se arregla hablando, no insultando. No callando las cosas. A veces, de tanto que intento ser la buena y solucionar las cosas, me dan la patada, una y otra vez... Duele ver que esa persona que quieres desaparece, duele ver que le importas una mierda. Más duele ver que ha cambiado y que no se da cuenta del daño que está causando. Defendí a quien no tenía que defender. Y al final. Soy la culpable de muchas cosas. Pero no me arrepiento. Si hay personas que se van de tu vida sin dar motivos, es porque en realidad, no merecen seguir formando parte de tu vida.
Muchos piensan que me conocen porque saben mi nombre, pero pocos saben cómo soy.
Podré tener mis momentos de niña pequeña, pero sólo porque a veces prefiero pensar que sigo siendo esa niña que no tenía apenas problemas, antes que ver que ya soy otra. Y que no hay vuelta atrás.
 Miles de veces dije que estaba bien, y lo seguiré haciendo. Cuando en realidad, noche tras noche veo que TODO ha cambiado, y me echo a llorar. Para desahogarme, para intentar olvidar. Pero no lo consigo. Ser fuerte es demasiado difícil.~





No hay comentarios:

Publicar un comentario