
Todas esas personas que tienen un hermano pequeño, saben lo que pasa en casa. Un día discutes con él, horas después le regalas unas chuches, y más tarde le gastas bromas. Lo enfadas, te enfada. Pero aun así, lo quieres. Porque es un hermano, y el odio de hermanos no es más que cariño transformado. Quien no tiene un hermano, no sabe lo que son las falsas discusiones, las peleas que acaban en risas, los pactos entre dos, las bromas a los demás, etc... No es tan malo tener a alguien como él#
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